viernes, 11 de diciembre de 2015

Otra visión del sentido del humor: El Payaso y el Clown


    Una de las cosas más grandes que tiene esta profesión es que puedes hacer reír en el mismo momento a personas de 9 a 90 años, chinos, europeos, africanos, todos a la vez. Eso es maravilloso.

Mi experiencia, cuando asistí a formarme como clown en la escuela de Pablo Pundik
    En la escuela, fueron dos años estupendos, donde compartí con mis compañeros y con Pablo: Vivencias, emociones, sentimientos y amistad.
"Nos poníamos detrás de un biombo. Cuando Pablo nos decía, salíamos, nos situábamos en medio del biombo más o menos y mirábamos al público.
    Luego nos poníamos la nariz y hacíamos lo mismo, mirábamos a la gente. (Pablo nos iba indicando, levantar mas las cejas, abrir más los ojos, mirar al público, contactar con ellos. A la vez nos iba provocando, "no te rías, mueve las piernas, ese brazo, etc. La idea era ver cómo nos sentíamos ante las personas, si estábamos a gusto, si los espectadores estaban a gusto también con nosotros. Siempre nos recalcaba la importancia del contacto ocular con el público, ver si estaban bien.
 

Opiniones de Pablo sobre el clown:
    El clown, es un provocador de risas, sensaciones y emociones, nos hace reflexionar con su visión del mundo y sus intentos de posarse por encima de sus fracasos.
    El clown, busca ser amado por el público que le están viendo, por eso nunca debe perder el contacto visual con el público, debe ver si este se rie, para seguir haciendo la misma cosa, o esta serio, para cambiar de actividad.
    El clown es vulnerable, es el niño que todos llevamos dentro, disfruta jugando, quiere ser adulto, intenta integrase, pero nunca lo consigue, quiere parecerse a los demás, sin conseguirlo.
    El clown es espontaneo y no tiene sentido del ridículo. Son tremendamente curiosos y cualquier cosa puede sorprenderlos y alucinarlos.
Si se les regala un juguete carísimo pueden sacarlo de la caja, dejarlo a un lado
y pasarse horas jugando con la caja y el envoltorio, (el mundo al revés).
     El clown siempre interactúa con el público, los dos participan, si no, no sería espectáculo clown. El clown y el público son cómplices, este los mira y ellos le miran. Y según lo haga, así actúa el clown.
    Al espectador le da pena, el clown quiere hacer reír, quiere hacer cosas para que el público vea que es alguien importante.
    Hace algo malo y en su error, mira al público como compartiendo sus errores, no quiere pasar desapercibido.
 

    Después de esos dos años con Pablo, puse en práctica en mis cursos y talleres con adultos y mayores muchas risas, desinhibiciones, picardías grandes alegrías y mucha ilusión además de Compartir conocimientos, juegos y momentos de clown.
 

 

Jesús Jara, (El clown, un navegante de las emociones)
    Con Jesús coincidí en unas jornadas "sobre el humor", en Alcalá de Henares, también estaba Pepe Viyuela. Recuerdo que Jesus cerró las jornadas sobre el humor haciendo una versión clown del resumen de lo tratado esos días.

Cito algunos comentarios sacados de su libro:
    Y cuando vemos un buen clown, reímos. Reímos de lo que hace, por lo que hace o deja de hacer, reímos por lo que imaginamos y, sobre todo, reímos porque o nos identificamos con él o identificamos algo o a alguien conocido en el o en su comportamiento. Y es que detrás del trabajo de clown hay un arte y el origen de cualquier arte es encontrar una identificación.
    El clown nos ofrece también todo un abanico de emociones que forman parte de la esencia del ser humano. Sus muecas reflejan dolor, ilusión, escepticismo, picardía, tristeza, amor, rabia, alegría. Hay clowns que parecen niños. Otros se comportan como gamberros adolescentes, los hay que parecen adultos intentando mantener las formas y algunos reflejan la serenidad y el cansancio físico de la vejez. Nos ayudan, por tanto, a comprender mejor a los demás y a nosotros mismos, a aceptarlos y a aceptarnos. Los clown nos recuerdan lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos. Son como un espejo del ser humano. Nos muestran, tras la mueca que hay entre la risa y el llanto, cual es nuestro verdadero rostro.
    El alma del payaso representa el alma del ser humano: los opuestos, las contradicciones, la dualidad.

    El clown basa una gran parte de su repertorio, de su inspiración, en imitar lo que ve, en reproducir nuestras conductas. En parodiar, es un transgresor.
    En las terapias de modificación de conducta sus posibilidades son ilimitadas, ya que sacar fuera nuestro clown significa sacar fuera con total libertad nuestros pensamientos y sentimientos más auténticos, primarios y sinceros y esa es la base para solucionar cualquier tipo de problema. Como dicen Foulkes y Anthony en psicoterapia grupal, una situación terapéutica es aquella "Donde el paciente puede expresar libremente sus más íntimos pensamientos sobre sí mismo, sobre cualquier otra persona y sobre el terapeuta. Puede tener la certeza de que no está siendo juzgado y que es plenamente aceptado tal como es y diga lo que diga".
    Muchas veces se dice que el payaso es como un niño. Y no van descaminados los que lo dicen. Hay muchas características de los niños en el universo del clown, en su comportamiento, su forma de razonar, su manera de afrontar los problemas. En sus bromas, sus reacciones, sus cambios de humor, como por ejemplo el paso del llanto a la risa sin transición. La curiosidad, la ingenuidad, la mirada clara, la sinceridad y la espontaneidad, ciertamente, son conceptos comunes en las pautas de comportamiento del niño y el clown. El deseo de tener, de jugar y experimentar, de aprender, tienen sutiles lazos entre uno y otro.
    El clown es, más bien, un adulto que actúa siempre como lo hacen los adultos cuando no son observados, cuando no están expuestos al juicio de los demás.
    Y es que cuando nos encontramos solos, nuestro comportamiento se vuelve libre, dando rienda suelta a nuestras verdaderas emociones y mostrando la desnudez de nuestro interior.
    El clown mira de frente, ojos abiertos, cejas arqueadas. Inocencia. Mirada clara, receptiva, abierta a recibir, sentir y conocer. Mirada que anuncia, que informa. El clown busca compartir, implicar al que le observa. Le arrebata su deseo de complicidad con los otros.
     Su mirada es una puerta abierta para comunicar, para expresar. Nunca para ocultar, ni siquiera cuando lo intenta. Es una puerta social para el intercambio, el puente de comunicación de su mundo interior. Y la manera de confrontar este con el de los demás, con las normas sociales.
    Su mirada es un diario abierto a través del cual recibimos permanente información sobre sus intenciones, ilusiones, experiencias, decepciones, miedos, deseos. Sus sentimientos escapan por sus ojos como el humo por la chimenea, de manera natural, irrefrenable, casi involuntaria.
   Un clown de circo, Machuca, aconsejo a otro que comenzaba: "Si quieres hacerte con el público, tienes que mirar al espectador cara a cara, o de lo contrario el público se meterá contigo, te increpara. Hay que mirar a la gente cara a cara para ganártela.

Una nariz roja frente al horror (Pepe Viyuela)
    La risa es quizá, uno de los pocos espacios no susceptibles de ser invadidos que le restan al ser humano. No puede ser comprada, vendida, ni obligada a existir, los poderes económicos, militares o de cualquier otro tipo, carecen de la capacidad para hacer de la risa un espacio anexionado. Constituye un espacio interior y personal de cada ser humano, y lo mismo que el pensamiento, forma parte de lo que nadie puede controlar de nosotros mismos. Es un gran espacio de libertad, que podemos hacer cada día mayor.
    ¿Qué es lo que llevamos con nosotros los payasos? ¿Que viaja con nosotros en nuestra maleta? ¿Que aportamos en los lugares de crisis? ¿Para que servimos, si es que servimos para algo, fuera del contexto de un circo o un teatro?
    Un payaso parece tener únicamente un lugar dentro de la carpa de un circo o el recinto cerrado de un teatro. Pero en estado libre, sin más limites que los dibujados por la propia realidad, inmerso en la vida cotidiana, el payaso es un elemento que abre un espacio infinito de preguntas: representa en sí mismo al inadaptado, al errante, al desposeído, al diferente, al desplazado, a aquel que por parecer diferente se sitúa al margen, aquel de quien los demás hacen mofa.

    Pero también representa aquello en quien los otros descubren que pueden reírse de sí mismos y de lo absurdo de su propia existencia, porque en él se recogen elementos en los que todos nos reconocemos, puntos de humanidad y de vulnerabilidad, de ingenuidad que todos guardamos. Constituye un elemento poético y filosófico, que escapa de lo cotidiano y que inconscientemente nos muestra una claraboya que ilumina nuestra rutina, plagada las mas de las veces de elementos que la hacen insufrible y de la que necesitaríamos escapar. Esto resulta mucho más evidente en lugares donde los conflictos bélicos o sociales son muy fuertes. Allí resulta más necesario que ningún otro el aporte de aire fresco, de colores vivos, la sugerencia de que, aunque el ser humano es capaz de los mayores horrores, también lo es de la mejor poesía y del mayor encanto; el ser humano es capaz de torturar y de matar, de violar y de asesinar, pero también es capaz de enamorar, de cantar, de sonreír, de emocionar. Eso, comprensiblemente, se olvida fácilmente en medio del horror. Nosotros no queremos que eso se olvide, porque quizá sea lo único capaz de salvarnos del desastre. Queremos refrescar la memoria, no solo a las víctimas, sino también a los verdugos. Vamos en busca del que sufre, pero también nos dirigimos al que ha provocado el sufrimiento, queremos poner un espejo delante de unos y de otros, de las victimas para que recuperen la esperanza y de los verdugos para que, si queda un resto de vergüenza en su ser, se cuestionen lo que les lleva a actuar como lo hacen. El payaso lleva en su cara, en su traje, en su nariz, en sus bolsillos el mensaje de que es posible elegir como ser, de que nadie ni nada, salvo nosotros, debería elegir ni como vestimos, ni si nos pintamos o no la cara o el pelo, ni si las ideas que tenemos han de ser de bote o naturales. Es un canto a la libertad del ser humano, frente a cualquier tipo de imposición.
Una nariz roja en medio de un universo de pólvora y agresividad es una apuesta por el ser humano.
    Cuando un payaso viaja al escenario de la guerra, la dimensión absurda de esta subraya todavía más. Un hombre de uniforme frente a otro hombre de uniforme son la viva imagen de una batalla que puede estar a punto de empezar. Un hombre de uniforme frente a un hombre vestido de colores, con zapatones y una nariz roja, representa un choque conceptual que cuestiona el enfrentamiento y que nos hace preguntarnos si de veras merece la pena tanto horror, cuando también se es capaz de producir tanta alegría.
    En medio de los fusiles y de los tanques, un payaso parece no pintar nada, pero es entonces cuando quizá también podemos preguntarnos quien es quien pinta menos en la vida de los hombres: ¿que nos hace menos falta: una nariz roja o un fusil?
    En un paisaje en el que la presencia abrumadora de la hostilidad y de la fuerza a través de la violencia es el pan de cada día, una nariz roja disloca el horror y prueba la existencia de la esperanza, refugiada en el corazón.
"el sentido del humor puede ayudarnos a pasar por alto lo antiestético, a tolerar lo desagradable, a superar lo inesperado y a sonreír en medio de lo insoportable."
Waldocks
 

 

Humor y amor, de la terapia al contexto: la estrategia del amor, "Patch Adams"
Y esa seducción. ¿Cómo puede llevarse a cabo?
    El mecanismo de trasformación más fuerte que conozco es el de ofrecer a las personas la oportunidad de ayudar a quienes sufren. Al cabo de un tiempo, muchos sienten un impulso poderoso, un "resplandor interno", que hace que ayudar a los demás pase a ser parte integrante de su vida.
    Los hospitales y la profesión médica del mundo entero están pidiendo a gritos volver a conectar con la compasión, la alegría, el amor y el humor.
    En la "estrategia del amor" no existe un interés individual por obtener poder ni beneficio.
    Cuando amor y humor constituyan el clima del hospital, cada empleado será amoroso, alegre, tierno y divertido por elección propia, para beneficio tanto del cuidador como del paciente.
    Si permitimos que nuestro "amor estratégico" siga siendo terapia, implícitamente admitiremos que hay situaciones en las que no es necesario. Por el contrario, si nos comprometemos a cultivar el amor como clima, crearemos una atmosfera continua de alegría, amor y risa.
    Hay tantas maneras sencillas de conseguirlo... (a menudo siento que la ropa de payaso es un truco para acercarnos al amor al paciente).
    En cuanto seamos capaces de comprender los efectos positivos para la salud de un clima alegre, amoroso y divertido-tanto la del paciente moribundo como la de cualquier persona-podremos decidirnos a apoyar la creación de un clima diario de amor y diversión. Esto haría que nuestras comunidades fuesen más sanas, favoreciendo la construcción de una sociedad pacifica y amorosa. Tanto esta decisión individual, así como los gestos y acciones que activa, podrían dar un sentido dulce a la vida de cualquiera.
    En los muchos años que llevo, con esta labor he descubierto que la artillería pesada de la estrategia del amor son la simpatía y la celebración de la vida.
    Si a ellas añadimos la generosidad-fácilmente capaz de calmar situaciones tensas y de reconfortar incontables sufrimientos-podremos paladear una revolución de los cuidados sanitarios.
    Mis experimentos me han enseñado que el amor y la diversión públicos son tan importantes que desde hace más de 20 años he optado por vestirme todos los días solamente con la ropa de payaso, para aportar así mi granito de arena.
    Cuando empecé a pasar consulta (cualquiera que fuese la edad del paciente), me empeñaba en ser divertido, incluso con los enfermos mas graves. Sin embargo, menos evidente resultaba que, además de ser divertido (amoroso y alegre) con los pacientes, debía serlo también con sus familiares y con el personal hospitalario.
    Se que la esencia del payaso se trasmite principalmente a través de una boca y unos ojos sonrientes, de una canción improvisada y de una escucha atenta y paciente. Con el paso de los años, he añadido atrezzo y me he convertido en personaje. Durante cientos de horas he sido "el tío del pez".
    En 1997 lleve payasos a los campos de refugiados de Kosovo. Tras el primer día de intervención, los ancianos del lugar se nos acercaron para decirnos que era la primera vez que veían a los niños del campamento jugando y a parejas cogidas de la mano: el amor y el humor insuflaban vida a estas personas que estaban sufriendo.
    Quiero aplaudir a los hospitales por abrirse a la creación, en sus propias instalaciones, de espacios y puestos de payasos, y a los propios payasos que afrontan este trabajo curativo. Y también quiero animar a todos, sean payasos profesionales o no, a que imaginen que su quehacer diario puede formar una parte poderosa de la creación de un clima de amor y diversión. ¡Cada uno de nosotros podemos ser un instrumento de la "estrategia de amor"!
    Los payasos de hospitales han pasado la mayoría del tiempo en pediatría, y yo desde el principio les he animado a que visiten las plantas de adultos. De hecho, prefiero hacer el payaso par adultos, ya que tienen una experiencia de la vida mucho mayor.

"Nuestro sentido del humor y la capacidad de reír puede nutrir y proteger nuestro organismo, mente y espíritu en estos tiempos de rápidos cambios."
Patty Wooten

"El actor inventa o interpreta un personaje, mientras que el payaso inventa el suyo propio."
Roberto Benigni


Experiencias en hospitales:

 
"Al actuar, uno siente como renace la esperanza en los niños, como la alegría toma el lugar que hasta entonces estaba ocupado por la tristeza y el abatimiento."
    La risa tiene algo de irracional que ayuda a desbloquear psicológicamente a la persona de la tensión y la dificultad que le produce la enfermedad, le proporciona una nueva forma de verla y un mecanismo de funcionamiento frente a ella, le permite superar las propias dificultades y ver las cosas de una manera positiva.
"la relación que se establece entre la persona que hace reír y la persona que ríe es especialmente significativa y maravillosa cuando tiene lugar en situaciones de crisis, de urgencia y de necesidad. Es todavía más impactante cuando el objeto de la intervención son niños y niñas enfermos.
Es precisamente ante esta situación, cuando reír y jugar se convierte en actos terapéuticos y, por si mismos, paliativos.
Los payasos no curan ninguna patología, pero pueden ser perfectamente un complemento a los tratamientos más convencionales. 

Fragmento entrevista revista Vital diciembre 2001, la sonrisa medica

  "Teóricamente cuando preguntamos a un niño si podemos entrar y nos dice que no, hemos fracasado. Sin embargo, fíjate que la naturaleza del payaso está basada en el fracaso. El éxito del clown esta en el fracaso. El clown trabaja encima de los fracasos, el clown que te hace reír es el que trata de hacer las cosas bien hechas y lo consigue. Y esto es lo que causa la risa de la gente. En el caso del niño que rechaza nuestra entrada en su habitación, no nos lo tomamos negativamente y desde la puerta le decimos: "¡Pues no pasaremos, no pasaremos!", y entonces empezamos a movernos de un lado a otro por el pasillo, de acá para allá, y nos chocamos y nos tropezamos y nos caemos y nos levantamos y nos despedimos y volvemos a chocarnos y, de pronto, el niño se está riendo. No hay que perder ninguna oportunidad para hacerles reír"
Fragmento del diario de un payaso de hospital
    "(...) después de tanto tiempo en el hospital ya sabemos que la casualidad no existe, que los hechos se encadenan unos con otros de una forma irreal pero cierta, que solo hay que abrir los ojos para que pasen cosas que unos tildan de destino divino, otros de sincronicidad y los mas racionalistas lo justifican con la palabra "causalidad", pero ya sabemos que no, que no es así, porque nos da igual, la enfermedad sigue su curso y los niños siguen postrados esperando que alguien les saque de ese estado tan anómalo. Seguimos nuestro trabajo, tropezamos con las camas, nos caemos por el suelo, se nos cae todo lo que llevamos en la maleta y como no conseguimos mantener el equilibrio optamos por trabajar desde el suelo. La risa ya se ha convertido en carcajada. Es el triunfo del fracaso. Otra vez la adversidad ha sido vencida. Hasta mañana."
Asociación "Pupaclown"
    Ya sabíamos a que nos enfrentábamos. Un montón de indiferencia hacia los niños provocada por exceso de trabajo, fe ciega en la santa medicina y un poco de malas pulgas en algunos casos. Un desprecio inicial por una actividad que suena a mofa (la verdad es que lo es) y que primero hay que curar al niño y que después que se vaya al circo.
    Dicen que con cada suspiro creces un poco. Nosotros crecimos mucho aquel día Y comenzamos el trabajo de replantearlo todo.
    Entre todos hemos hecho un buen equipo: ellos se ocupan de sanar el "cuerpo" y nosotros nos ocupamos de las "almas". Lograr que estos niños sometidos a interminables tratamientos recuperen su capacidad de soñar y vuelvan a sentirse niños en nuestro objetivo.

Asociación "PayaSOSpital"
    No existe una única verdad de lo que es un Clown, cada profesional intenta encontrar su verdad, la que a él le funciona y ha ido construyendo con el tiempo según su formación y experiencia.
    Mantener la distancia correcta en cada situación para cada niño/a, según su edad y estado para que no viva la situación como una amenaza, es imprescindible. Al igual que respetar el tiempo adecuado para que el niño se habitué a la presencia de un ser desconocido y extraño. Hay que tener en cuenta que en determinadas edades el tiempo de reacción es mucho más lento que un adulto.
    Al mismo tiempo cuidamos mucho la apariencia física (evitamos los maquillajes agresivos, vestuario exagerado, accesorios voluminosos o sofisticados...), permanecemos atentos al lenguaje verbal (voces extrañas, gritos, sustos...) y al no verbal (gesticulación, movimientos bruscos, sobresaltos, cambios de ritmo inesperados...)
Los/las niños/as
    Nos acogen con entusiasmo, nos esperan con una sonrisa, se incorporan a pesar de la fiebre y verbalizan su deseo de acogernos en su habitación. Bailan, juegan, se ríen, nos cantan una canción o nos hacen un dibujo. Si tienen que volver a una consulta externa, quieren hacerlo el día que saben que están los payasos, y de ese día solo recuerdan el momento del espectáculo o juego que les ofrecieron sus "doctores" favoritos.
    En ocasiones, les permite canalizar la hostilidad que representa la hospitalización: el dolor de la enfermedad. La aplicación de los tratamientos, la separación con su entorno habitual y la permanencia en un medio desconocido. Pueden manifestar su impotencia, desacuerdo, e incluso, en ocasiones, su agresividad con la figura del payaso ya sea de forma directa (payaso-niño) o indirecta (disfrutando de las peleas, tortazos, golpes, caídas simulacros de pinchazos...entre payasos).
    Nosotros, los payasos, la personificación del ridículo, del error y del fracaso, jugamos a ser sabios, a imaginar que hemos encontrado el antídoto del dolor, la formula de la inmortalidad. Recuperamos de este modo el rol del clown: ayudar a asumir mejor la torpeza y la imperfección de la condición humana, la fragilidad de la vida, la finitud del ser humano.

"Da un poco de amor a un niño y ganaras un corazón"
John Ruskin

"Como la sonrisa es un bien difícil de encontrar en los hospitales, los payasos le ponen un poco de sal y pimienta al tratamiento. Y así, entre inyecciones y sonrisas, el niño se cura... o no se cura. Porque los payasos solo son una sencilla pastilla diaria."
Pallapupas
BIBLIOGRAFIA:
PAYASOS SIN FRONTERAS: Risas y Humor,
JARA, Jesús: El clown, un navegante de las emociones.
 
















jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Sabemos resolver problemas?



Introducción:

Conflicto es toda actividad en la que unas personas contienden con otras por la consecución de un/os objetivo/s. Implica desarmonía, incompatibilidad, pugna entre dos partes interdependientes. Es un proceso relacional en el que se producen interacciones antagónicas. Puede originarse simplemente en la percepción de divergencia de necesidades o intereses, que no se satisfacen simultáneamente o en forma conjunta, debido a incompatibilidades o diferencias en los valores o en la definición de la situación, también por competencia o por escasez de recursos. Lo que significa que uno va con un objetivo que el otro, probablemente, está dispuesto a obstaculizar o a no facilitar.
El conflicto puede ser negativo o positivo, constructivo o destructivo, de pende de lo que hagamos con él. Indudablemente muy raras veces se mantiene estático, ya que puede cambiar en cualquier momento.

Indicios de conflictos:

Crisis:

Una crisis es un indicio evidente. Cuando alguien abandona una relación o un trabajo es obvio que ha habido un conflicto que probablemente no se ha resuelto. La violencia o las discusiones acaloradas, son indicios claros de crisis, la gente se deja dominar por las emociones.
Durante la crisis la conducta normal se arroja por la borda, se consideran medidas extremas y a veces se llevan a cabo.


Tensión:

La tensión es otro indicio claro. La propia tensión distorsiona la percepción que se tiene de la otra persona y de casi todo lo que esta hace.
Cuando una pareja está sentada en la mesa y el dice: “pásame la sal” y ella contesta ¿ya no te gusta como cocino?, es probable que algún incidente anterior haya llevado a este intercambio.

Malentendidos:

La gente a menudo crea malentendidos cuando hace suposiciones acerca de una situación, por lo general a causa de una comunicación poco clara o por falta de compenetración.

Incidentes:

En nuestro ejemplo de “pásame la sal” y ¿ya no te gusta como cocino?, la tensión de ella y el malentendido pueden haber sido precedidos de algunos pequeños incidentes, tal como el olvido por parte de él llamarla por teléfono un par de veces al DIA. “mejor no armar un lió” pensó ella en esa ocasión. Pero estas pequeñas omisiones siguieron bullendo en el fondo de su mente. En sí mismo un incidente es un problema sencillo, pero si es mal comprendido puede adquirir mayores proporciones.

Incomodidad:

La incomodidad es la sensación intuitiva de que algo está mal, aunque uno pueda no darse cuenta realmente de que es. Este es el momento en que la intuición merece una atención. 
Si aprendes a reconocer los indicios de incomodidad y los incidentes, y los tratas enseguida, muchas veces podrás evitar la tensión, el malentendido y la crisis.


 

Fases de diagnostico


Para entender el conflicto, es necesario aprender a mirarlo, sin dejarnos influenciar por las primeras impresiones, y analizarlo desapasionadamente. Para una mejor comprensión del conflicto podemos distinguir:

1) los datos básicos del tema en cuestión: 
 
¿Qué pasó?
¿Entre quiénes?
¿Cuándo?
¿Dónde?
¿Cómo? y
¿Por qué?

Normalmente, hay un acontecimiento en particular que lo origina. Podemos referirnos a este momento como “la chispa”, un punto en que se reconoce que el conflicto ha estallado. Como dice el refrán: es la gota que derrama el vaso. Es un acontecimiento específico del que surge una contienda abierta. Los involucrados reconocen que están en oposición. Se refieren a aquel acontecimiento que lo empezó todo.
El acontecimiento que lo “causó” es importante, porque señala el desarrollo de la relación, y el punto en que aumentaron las tensiones. A veces, “la chispa” y el problema que representa será el único punto que separa a las dos personas, y por tanto, el único asunto que tratar. Pero, en la mayoría de los casos, sólo representará el asunto saliente que empujó a la relación a un nivel de contrariedad intensa.

Por detrás del asunto particular, casi siempre se esconden una serie de diferencias, malentendidos y desacuerdos que se han de descubrir, y que forman la base y la estructura más amplia de la relación.

2) Proceso: El proceso es la historia del conflicto, la manera en que el conflicto se desarrolla y cómo la gente trata de resolverlo, para bien o mal. Hay que tomar en cuenta el proceso que el conflicto ha seguido hasta ahora; la necesidad de un proceso que parezca justo a todos los involucrados; la comunicación, y el lenguaje con que se expresan; lo que se necesita para establecer un diálogo constructivo. Muchas veces en las disputas las diferencias no vienen sólo a raíz de cómo ocurrieron los hechos, de los desacuerdos en el pasado, sino también de cómo resolverlo, como encararlo hacia el futuro. Por eso, no hay que ver a los problemas como estáticos, sino como procesos dinámicos, en evolución.


3) El Problema: es necesario tomar en cuenta los intereses y las necesidades de cada uno; las diferencias esenciales y valores que les separan; las diferencias de cada uno sobre el procedimiento a seguir. Desde esta perspectiva habrá que hacer un análisis estructural del conflicto, de los distintos aspectos que lo configuran y diferenciar, fundamentalmente, lo que es el “meollo” o nudo central del problema, de sus aspectos secundarios.
En los prejuicios que hay asociados al conflicto en el ámbito educativo no se percibe el aprendizaje que puede proporcionar el cometer un error, un fracaso. Rotula y condena al acusado. En consecuencia, el sistema educativo no es una institución que facilite y motive el aprendizaje y el crecimiento a partir de los errores, sino la vergüenza y el temor a cometerlos. El conflicto debe ocultarse, negarse o disimularse. El conflicto es obsceno, avergüenza, pone en evidencia la incompetencia. Un modelo de educación entendido así, no respeta la auténtica diversidad de las personas, sino que premia y estimula al que acepta la homogeneización; en eso consiste el ser aprobado por el sistema, en su capacidad de adaptación a su lenguaje, a sus normas, a su modus operandi

Contrincantes o compañeros:

Después de un conflicto, debes tener cuidado además de que tu retirada no sea un castigo para alguien. A veces esta estrategia se usa, consciente o inconscientemente, para conseguir que alguien cambie de parecer.
Las reacciones que se nombran son formas de retirada, a ver si alguna tiene que ver contigo:
  • ¿Dejas de hablar?
  • ¿Te retiras hecho una furia?
  • ¿Te retiras herido?
  • ¿Te ofendes?
  • ¿Te deprimes?
  • ¿Ignoras a la persona?
  • ¿Haces comentarios mordaces sobre ella después?
  • ¿Actúas en términos de negocios solamente?
  • ¿Dejas de preocuparte por ella?
  • ¿La borras de tu lista de amigos o socios?

Supresión:

Suprimir un conflicto significa no hablar de lo más importante. Si callas, la otra persona no sabe lo que te está pasando aunque percibe que algo no está bien, puede no darse cuenta de cuál es realmente el problema.

Yo gano / tu pierdes


Este enfoque muy raramente es una respuesta a largo plazo: el perdedor tal vez no apoye una decisión en la que no ha tomado parte y hasta puede tratar de sabotearla. El perdedor de hoy puede rehusar cooperar mañana. En otras palabras “cuídate del perdedor”


Pacto:

El pacto requiere algunas habilidades negociadoras, de manera que todos puedan ganar algo.
La desventaja del pacto es que una parte puede exagerar su posición para parecer magnánima, o una persona puede ceder mucho mas que la otra.
La retirada, la supresión, el enfoque yo gano / tu pierdes y el pacto son los cuatro hábitos más comunes del conflicto.


Tu ganas / Yo gano: todos ganamos


Las ventajas de este enfoque es que descubres soluciones más amplias y las relaciones se hacen mejores y más fuertes; cuando las dos partes ganan, ambas están vinculadas a la solución. Si vas a tratar con una persona más de una vez (y aun si no es así), vale la pena hacerlo de una forma justa! Y te sentirás tan bien, que vas a querer repetirlo!

Cómo funciona el enfoque Tu ganas / Yo gano:

Requiere que primeramente busquemos más información acerca de la situación y que exploremos las opciones antes de pensar la solución final.

Paso 1. Pregunta por qué necesitan lo que quieren

Volvamos a la cocina.
Tu: ¿para qué quieres las naranja?
Una de las personas: tengo sed, quiero el jugo.
Tu: ¿para qué quieres las naranjas?
La otra persona: quiero hacer un pastel, necesito la cáscara.


Paso 2. Averigua donde se encajan las diferencias.

Nuestro ejemplo muestra dos personas que quieren lo mismo por diferentes razones. Esto no es sorprendente. Las diferencias individuales, de personalidad, propósito e interés crean constantemente una divergencia de necesidades, en las que solo repararas si tratas de buscarlas.


Paso 3. ¿Cuáles son las opciones?

Cuando una persona quiere el jugo y la otra la cáscara, la respuesta es obvia ya que cada una puede tomar lo que quiere. Pero otras veces no resulta tan simple; por ejemplo si ambos quieren la naranja porque tienen sed. ¿Cuáles son las opciones en este caso?, el arreglo obvio es compartir el jugo. También se puede agregar azúcar y agua; comprar más naranjas; o que uno de los dos busque otra cosa para beber.

Paso 4. Coopera.

De esta forma dejas claro que estas tratando a la otra persona como un compañero, y no como un contrincante.
Lo importante de este enfoque es que, aunque logremos una coincidencia perfecta, buscamos juntos soluciones.

Estas son algunas pautas para obtener soluciones con este enfoque:
  • Define las necesidades de todos.
  • Trata de prestar atención a las mismas.
  • Reconoce los valores de los demás tanto como los propios.
  • Intenta ser objetivo y separar el problema de las personalidades.
  • Concéntrate en lo que es justo, no presiones.
  • Busca soluciones ingeniosas y creativas.
  • Se duro con el problema, pero suave con las personas.

 





Mecanismos facilitadores de la comunicación en la resolución de problemas:

  1. La empatía

Los obstáculos mencionados anteriormente hacen concluir que para crear empatía se debe respetar al otro, sus opiniones y puntos de vista, sus valores, decisiones y experiencias. La empatía es lo que hace que haya una buena comunicación, el nexo entre dos personas que permite que comprendan mutuamente sus sentimientos y motivos, sea entre iguales o de un adulto con un joven.
Para que la empatía funcione, no hay que mezclar la relación ni a las personas con el problema, hay que trabajarlos independientemente, por separado. También será necesario en el centro y en el aula que se cree grupo, es decir el sentimiento de pertenencia y cohesión será un elemento necesario para poder apelar al compromiso y a la responsabilidad, al efecto de nuestras acciones sobre los otros.
  1. Feed-back

Apoya y estimula modos de comportamiento positivos, corrigiendo los inadecuados, y ayuda a comprender mejor al otro. Gracias a la participación que promueve, favorece el aprendizaje.
Para ponerlo en práctica debe hacérsele saber al otro lo que uno siente y piensa sobre sí mismo y sobre el otro y diciéndoselo recíprocamente. Tiene en cuenta las necesidades de los implicados, está orientado al comportamiento que puede ser modificado. No se impone, por lo cual debe examinarse la buena disposición de los implicados, es decir, que no haya actitudes defensivas. También ha de considerarse que el momento sea adecuado, las motivaciones que lo impulsan así como la relevancia de la información que se trata. Cuando ya se establece la comunicación, la empatía aumenta. Luego deben hacerse explícitos los sentimientos, para que haya confianza y la consecuente retroalimentación, para que la relación se consolide.

  1. Escucha activa

¿Estás realmente escuchando o solamente esperando que llegue el turno para hablar? Esta es la pregunta clave para determinar si realmente escucho o escucho activamente. Significa dejar de lado el propio punto de vista para “sintonizar” con el del interlocutor. Esta herramienta es bueno utilizarla para obtener más información, corroborando datos, para que el interlocutor sepa que ha sido escuchado con exactitud.
Cuando escuchamos activamente estamos preguntando, parafraseando, pidiendo aclaraciones, acotando y contextualizando. Algunas formas de utilizarla pueden ser por el eco (repetición de lo que ha dicho el otro), la reformulación (expresar con las propias palabras lo que se ha entendido), aclarando puntos o temas en cuestión, resumir y ordenar información o el reflejo del sentimiento, que es la expresión de lo que hemos percibido del otro.

Las pautas a seguir son:

  • No hablar de uno mismo.
  • No cambiar de tema.
  • No aconsejar, diagnosticar, tranquilizar, animar, amenazar, sermonear, criticar u hostigar.
  • No dar lecciones, mandar, consolar, aprobar o desaprobar, interpretar o ironizar.
  • No ser sarcástico, no ridiculizar, descalificar o subestimar al otro o a sus sentimientos.
  • No pensar por adelantado lo que va a decir el otro.
  • No ignorar o negar los sentimientos de la otra persona. Observar la comunicación no verbal.
  • No fingir que se ha comprendido si no es así.
  • Preguntar cuáles son sus necesidades, preocupaciones, ansiedades y dificultades. Hacer preguntas que faciliten la comunicación, pero tampoco es convertirlo en un interrogatorio.
  • Demostrar que se le está comprendiendo. Repetir lo que se considere que es el punto principal.

No es sólo devolver información o impresiones, es también escucha pasiva, es decir, silencio interesado o expresiones verbales o gestuales de aceptación y receptividad, mostrando interés; es comprender empáticamente, es decir, poniéndose en el lugar del otro.

  1. Asertividad

Consiste en ser capaces de exponer el propio punto de vista, emociones u opiniones sin provocar una actitud defensiva. Es explicar cómo se ven las cosas, cómo es la situación en lugar de decir qué deberían o no hacer los demás. No significa retirarse, pero tampoco combatir. Es una frase auto afirmativa que le dice a la otra persona lo que se piensa sin culpar al otro, sin exigirle cambios, no se lo pone como contrincante. Es distinto responder a reaccionar. Es un instrumento para la consecución de un fin, a la vez de un medio para quedar satisfecho consigo mismo. Su estructura es:

1) Exponer la acción o el hecho: “Cuando...” (No utilizar palabras irritantes. Hacer una descripción objetiva).

2) Respuesta: “Yo siento....” (No culpar. Indicar el grado de aflicción - cuando sea adecuado -. Si no se le ha atacado, podrá considerar la situación. Es necesario moverse en terreno seguro, sobre lo que se conoce, los hechos y cómo se siente).

3) Fundamentación: “porque...” (Explicando que es lo que molesta o afecta)

4) Resultados que se prefieren obtener: “Y lo que yo quisiera/necesitaría es que...” (No expresarlos como una demanda. Mientras no se dependa de la otra persona, el bienestar propio no está en manos de otros, a la vez que se aumentan las opciones para la resolución).
Requiere comprender las propias limitaciones y las del otro, por lo que se favorece el autorrespeto y el de los demás. Establece su posición con claridad y genera autoconfianza. Permite a la otra persona saber que se le comprende y cómo uno se siente. Por lo que pone límite a situaciones de abuso o invasiones, sin invadir ni agredir al otro.


 
Otros ejemplos de resolución de conflictos

Los cuatro componentes del modelo de la CNV de Rosemberg


Observación:

En primer lugar observamos lo que ocurre realmente en una situación dada, lo que dicen o hacen los demás: ¿sirve o no sirve para enriquecer nuestra vida?, el truco consiste en saber expresarlo claramente de modo que no incorpore ningún juicio ni evaluación; poder decir simplemente que cosas que hace la gente nos gustan y cuáles no.

Sentimiento:

Luego comprobamos como nos sentimos. ¿Nos sentimos dolidos, asustados, alegres, divertidos, irritados, etc.?

Necesidades:

En tercer lugar decimos cuales de nuestras necesidades guardan relación con los sentimientos que hemos identificado.

Petición:

Una vez reflexionado hacemos nuestra petición.
El componente número cuatro se centra en lo que esperamos que haga la otra persona para enriquecer la vida de ambos




Ejemplo:

Una madre dice a su hijo adolescente: “Félix, me molesta ver dos calcetines sucios hechos una bola debajo de la mesita del café y otros tres al lado del televisor, porque estoy necesitando Mas orden en las habitaciones de la casa que compartimos.
Acto seguido la madre abordaría el componente número cuatro, que es una petición muy específica: ¿estarías dispuesto a recoger los calcetines y llevártelos a tu habitación o meterlos en la lavadora?, el componente número cuatro se centra en lo que esperamos que haga la otra persona para enriquecer la vida de ambos.

¿Para qué nos sirve la Comunicación No Violenta?
  • Ayuda a buscar la satisfacción de nuestras necesidades (o por lo menos a reconocerlas) y hacer lo mismo para las de los demás
  • Ser congruentes con nosotros mismos
  • Desarrollar claridad sobre lo que somos, lo que queremos y lo que decimos,
  • Reducir el estrés de la vida cotidiana,
  • Nos da recursos para situaciones difíciles,
  • Crear más la armonía y la seguridad en nuestras relaciones con los demás
  • Desactiva y transforma la agresión y la ira,
  • Gestión de conflictos mediante la búsqueda de la satisfacción de todas las partes implicadas,
  • Mejora el escuchar y entender a los demás,
  • Adoptar una posición con precisión y autenticidad,


Ejemplo de Método sencillo para solución de problemas

El método es una receta muy sencilla pero eficaz que ayuda a aclarar el problema, la toma de decisiones y canalizar el conflicto hacia la reflexión; es una forma de autocontrol. Elizabeth Crary* lo denominó como PIGEP, que consiste en:

Parar: cuando se detecta el malestar o enfado no reaccionar sino detenerse a pensar lo que se va a decir y a hacer. No dejarse llevar por el primer impulso.

Identificar: definir el problema, diferenciar las necesidades de los deseos. Hablar con el otro sobre su versión de los hechos y contarle la propia. Evitar las etiquetas o juicios generales que obstaculicen el “poder hablar”.

Generar: ideas espontáneas, posibles soluciones, que sean distintas propuestas para resolver el problema, sin restricciones. La racionalidad de las mismas se sopesará en el paso siguiente.

Evaluar: entre todas las ideas seleccionar las más viables, las que más satisfagan a las necesidades de cada una de las partes.

Planificar: la puesta en marcha de las soluciones propuestas previendo los posibles obstáculos que puedan surgir para hacerla lo más realista posible. Elaborar un plan, agenda o contrato para implementarlo.

El beneficio secundario que aporta además esta pequeña receta es que, una vez familiarizado con ella, da al alumno “autonomía” en el sentido de que es capaz de utilizarla para obtener un beneficio en una negociación sin la necesidad de la intervención de un adulto. Esta “receta” se puede aprender a utilizar con éxito desde los tres años; sería aconsejable probarla, sobre todo cuando con otras estrategias no se han obtenido resultados favorables.
El desarrollo de estas habilidades aumentará en la persona la sensación de control sobre sus actos y en consecuencia la confianza en sí mismo, por lo tanto, aumentará también su autoestima
Este método sirve para que por medio de unos sencillos pasos, un alumno que asume su “culpabilidad” o su implicación en su actuación y pueda asumir responsabilidades en la “reparación”. Pero para la aplicación de este tipo de intervenciones deberá profundizarse bastante sobre el “porqué” de sus actuaciones y el de cómo ayudarle a reconducirlas.
Tratando de introducir estos aprendizajes a un nivel cotidiano, es más fácil luego incorporarlo en problemas más complejos. Lo más difícil es cuando es un procedimiento “extraordinario”, ya que complica su aplicación por el desconocimiento de su eficacia y funcionamiento. Por eso siempre será más efectivo utilizándolo en situaciones más sencillas, para dar los “primeros pasitos” sobre un terreno más seguro

BIBLIOGRAFIA:

MARTINEZ ZAMPA, Daniel: Mediación educativa y resolución de conflictos, Ediciones Novedades Educativas.
PIMENTEL, Manuel: Resolución de conflictos. (2013). ED. Plataforma Empresa.
FOLBERG y TAYLOR. Alison: La mediación: la resolución de conflictos sin litigio. (1996). ED. Limusa.
B. ROSENBERG, Marshall: Comunicación no violenta. (2006). ED. Gran aldea editoriales.
FHISER, Roger y URI, William: Obtenga el SI, "El arte de negociar sin ceder". (2000). ED. Gestión.